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El efecto shedding es un fenómeno frecuente que suele darse luego del trasplante capilar. Sin embargo, no muchas personas saben de qué se trata y cuándo ocurre. A continuación, descubrí todo lo que tenés que saber del efecto shedding.

¿Qué es el efecto shedding?

En el momento en que un paciente que tiene caída del pelo decide comenzar un tratamiento para frenar la caída del cabello debe saber que no hay ningún tratamiento que frene esta caída de manera instantánea. Sin embargo, el implante capilar es un tratamiento con excelentes resultados totalmente naturales a partir del cuarto mes.

Muchas personas que inician algún tratamiento llegan a abandonarlo en tanto que además de no apreciar ninguna mejoría aún en ese tramo de tiempo pueden perder incluso más cantidad de pelo que antes del trasplante capilar. En definitiva, eso es el efecto shedding.

Primeros meses

El efecto shedding, también conocido como efluvio telógeno o shock loss, consiste en que una persona que se está sometiendo a un tratamiento para la pérdida del cabello no solo no tiene la sensación de que no gana pelo, sino que tiene la percepción de que está perdiendo más y a un ritmo más rápido. Evidentemente, ello acarrea muy frecuentemente a que el paciente que a veces ya se acerca con reticencia a estos tratamientos, los abandone al pensar que en vez de beneficiarle le están perjudicando, que su cuerpo no responde a los fármacos y que el tratamiento no funciona en su caso.

¿Es bueno o malo el efecto Shedding?

Se puede llegar a decir que el shedding es una señal de que se va a producir un cabello de mejor calidad que el precedente. A fin de que el pelo crezca con más fuerza a consecuencia del tratamiento, el folículo debe parar su actividad, suprimir el pelo enclenque, reordenarse interiormente y de esta manera regresar a generarlo más sano. Ello es considerable desde los seis-doce meses de comenzado el tratamiento.

Partimos de la base de que el shedding es temporal y si el sujeto es incesante con el tratamiento, éste se frena y el pelo perdido vuelve a salir. Ahora bien, si el shedding es superior a los tres-4 meses de duración es preciso reflexionar sobre la posibilidad de otros procesos como el agobio, enfermedades capilares, rechazo de la medicación por algún factor genético o adquirido, irregularidad en el suministro del medicamento, efluvios telógenos por otras causas.

Por ello, el seguimiento del tratamiento para frenar la caída debe ser supervisado en todo instante por un profesional ya que en todo este proceso del shedding juega una parte importante la información incompleta de las personas, la impaciencia y la impotencia ante la sensación de lo irreversible. Bien asesorado, el paciente va a pasar por esta etapa de shedding aproximadamente importante del pelo entendiendo que es un lapso de tiempo que con cierta frecuencia es parte del tratamiento.

Shedding y alopecia

Al shedding se lo acostumbra a confundir con la caída del cabello, y aunque es cierto que el pelo se cae, no hay que confundirlo con la caída del cabello. El efecto shedding es sencillamente la transición del folículo desde la fase de desarrollo a la fase de reposo.

Es habitual en la vida de los folículos pilosos el pasar por diferentes etapas, tanto de desarrollo como de reposo. Funciona de esta forma en todas las personas, pero en el caso de la alopecia, cuando concluye cada nueva etapa de reposo, en su nueva fase de desarrollo el cabello que medra medrará poco a poco más enclenque, menos nutrido y con textura fina.

Cuando se produce el efecto shedding no hay daño alguno de los folículos pilosos. Los folículos no mueren sino que se detiene el proceso anterior, enclenque y defectuoso y, tras entrar en estado de reposo, el folículo vuelve a generar un cabello más fuerte a consecuencia de la sustancia aplicada como tratamiento.

La hipótesis del porqué acostumbra a aparecer el shedding es que la mayor parte de los folículos pilíferos –el 90 por ciento de ellos se halla en etapa de crecimiento– detiene su actividad al percibir el estímulo del tratamiento  lo cual obliga al folículo a recomenzar el ciclo (caída, reposo, desarrollo) produciendo esta aparente caída masiva.

La buena noticia es el folículo generará un cabello mejor que el que fue desprendido, con los nutrientes necesarios a fin de que su grosor sea mayor y que el pelo precedente.

Siendo estimulados los folículos se produce el efecto shedding, y después los folículos empiezan a crecer tamaño, se pierden las fibras capilares más enclenques y desde ese momento medran otras nuevas fibras más saludables y fuertes.